El trastorno de despersonalización

Según el DSM-5, se caracteriza por una sensación persistente y recurrente de separación o desapego de uno mismo. Las personas que lo experimentan pueden sentirse como meros observadores de su propia existencia, como si estuvieran desconectados de sus pensamientos, emociones y cuerpo.

Es como vivir en un estado de ensueño, donde la realidad se percibe de forma irreal o ajena.

Esta alteración de la percepción puede manifestarse de diversas maneras. Algunos síntomas comunes incluyen sentir que lo que se está viviendo es parte de un sueño, observar los pensamientos y sentimientos desde una perspectiva externa, o incluso percibir el propio cuerpo como distorsionado, con extremidades que parecen más grandes o más pequeñas de lo normal.

Asimismo, las personas que padecen despersonalización pueden experimentar la sensación de que sus recuerdos no les pertenecen o incluso llegar a sentir que son como autómatas, carentes de emociones y sentimientos genuinos.

El trastorno de despersonalización puede ser angustiante y afectar la calidad de vida de quienes lo sufren. A menudo, las personas se preocupan por la pérdida de identidad y la falta de conexión con su entorno y consigo mismos.

Es importante destacar que esta afección es relativamente común. Estudios han sugerido que hasta el 70% de la población general puede experimentar episodios de despersonalización en algún momento de su vida. Sin embargo, cuando estos síntomas son persistentes o causan un malestar significativo, es fundamental buscar ayuda de profesionales de la salud mental para un diagnóstico y tratamiento adecuado.